Nací en Buenos Aires, Argentina. Siempre me gustó el Arte. Me recibí de Arquitecta y trabajo en Arquitectura. Pero la Pintura se coló hace unos años y fue tomando cada vez más protagonismo. Hoy mi actividad fluye entre ambas pasiones sumando colores y formas a mi vida.
Del Pensar...
Cuando la tiranía de la función se hizo agobiante,
Cuando el acatamiento a un programa de necesidades resultó fatigoso,
Cuando la demanda externa devino en presión.........
Ahí, en ese instante, aparecieron las formas libres, los colores vivos, la liberación interna. Pero estaban de antes, de mucho antes, esperando surgir, brotar, fluir, explotar y materializarse sobre el lienzo. Liberar desde la Pintura.
La idea era escapar de las pautas, no tener límites ni condicionantes, expresar sentimientos desde la libertad total. Vaya utopía! A las vanas pretensiones de libre albedrío, se sumaban la inocencia de los colores, pinceles y telas. Lirismo puro.
En el transitar, además de composiciones, paletas, técnicas y texturas, también se descubren mundos internos -tan propios como escondidos, tan cercanos como inescrutados, tan deseosos como inquietantes-
Y reaparecen las ataduras, límites, condicionantes, presiones y exigencias. Desde otro lugar a manera de absurda paradoja.
El camino es el del aprendizaje, el fluir de emociones, la expresión de sentimientos a través del Arte, intentando hacer contacto con el otro, trasmitir y comunicar.
Crear, interpretar, mostrar, construir ............. como la Arquitectura.......... o parecido.
Al Sentir...
Al principio, era manchar la tela en blanco.
Muchos colores, intensos, plenos, capa sobre capa, tapar.
Densidad, límites rígidos, áreas contenidas, orden, control.
Luego, los colores se mezclaron, los límites se ablandaron.
La materia se desintegró. Movimiento, juego, menos control.
Hoy, no hay límites ni contornos precisos.
Los colores y las formas fluyen, se integran.
Todo es mas liviano, se eleva.
Hay transparencias, las capas no tapan, muestran, acercan, dejan ver...